Ir al contenido principal

La novela de 1939 a 1974



La Guerra Civil ocasionó una gran brecha en la literatura española, debido a la muerte de algunos escritores o el exilio de la mayoría. Asimismo, hemos de tener en cuenta la censura franquista, el aislamiento internacional y la miseria del país. En los primeros años de la posguerra, los escritores se dividieron en dos grupos: los que glorificaban el régimen franquista y aquellos que reflexionaban sobre las causas del enfrentamiento y reflejaban la situación dramática del país. Por ello, los temas más cultivados son los concernientes a la guerra y la nostalgia. Destaca la variedad de tendencias novelísticas, como la triunfalista (defiende las nuevas circunstancias del país), la psicológica (analiza el carácter y comportamiento de los personajes), la novela poética (en la que prima la forma) y la simbólica (en la que se representan ideas o conflictos de los personajes).

Se trata pues de un panorama desolador, el de los años cuarenta, una época en la predomina el realismo por ser el estilo idóneo para narrar la situación social, desde una perspectiva personal y existencial, ya que la censura imposibilitaba cualquier intento de denuncia o crítica. A veces, la novela deriva en tendencias como el tremendismo, con una visión pesimista y trágica, con la soledad o la inadaptación social como temas y los marginados y angustiados como personajes. Destaca La familia de Pascual Duarte, de Cela; Nada, de Carmen Laforet; y La sombra del ciprés es alargada, de Delibes. En el exilio, son Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español), Ayala (Muertes de perro) o Rosa Chacel (La sinrazón) los que realizan la labor crítica de aquella España.

En los años 50, se da en el país cierto aperturismo internacional y la censura se relaja, incidiendo en la literatura. La colmena, de Cela, por su costumbrismo crítico y por reflejar la sociedad de la inmediata posguerra, es un precedente de la novela social.

 Se observan dos grandes tendencias: el neorrealismo y la novela social. El primero se centra en los problemas del hombre como ser individual, como la soledad y la frustración, donde destacan Ana María Matute (Los hijos muertos), Ignacio Aldecoa (El fulgor y la sangre), Rafael Sánchez Ferlosio (El Jarama) y Carmen Martín Gaite (Entre visillos). Por otro lado, la novela social se ocupa de los problemas de los grupos sociales, en la que resalta Juan Goytisolo, por ser el novelista social más importante (El mañana efímero). También destacan Jesús Fernández Santos (Los bravos) y Juan García Hortelano (Nuevas amistades).

El tema central de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la nimiedad de la vida burguesa. El estilo es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, procurando así llegar a un amplio público, y los contenidos comprometidos o críticos cobran importancia. Paralelamente, destacan otros autores sin tendencia determinada como Torrente Ballester (Los gozos  y la sombras) o Cela, que se distingue por la riqueza de su léxico y el hábil manejo de la hipérbole (Viaje a la Alcarria).

En estos años, es Miguel Delibes quien, con su amplia producción literaria, destaca sin ninguna duda (El camino y Las ratas).

Ya en los años 60, el agotamiento de la novela social provoca el comienzo de una renovación ideológica y estética. Los jóvenes impulsan movimientos sociales y culturales que cuestionan a las generaciones anteriores, intentando que el país comenzara a salir de su aislamiento, lo que se reflejó en la novela. Por tanto se inicia una nueva etapa que rompe con el realismo anterior. Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos es la obra que marca la línea divisoria entre las dos formas. Una novela caracterizada por sus innovaciones técnicas, el monólogo interior, el perspectivismo o la subjetividad del autor a la hora de interpretar y narrar los hechos.

La novela experimental atraviesa su momento de esplendor en los años  70, debido a la influencia extranjera, sobre todo la de la narrativa hispanoamericana (Cien años de Soledad, de García Márquez, y La ciudad y los perros, de Vargas Llosa). Es frecuente la estructura compleja, el empleo de varias perspectivas narrativas, así como el predominio de la forma y el enfoque sobre el fondo. La investigación técnica fue prioritaria para los escritores de este período y afectó a todos los aspectos narrativos, como los personajes o la acción. Destacan las novelas de Delibes (Cinco horas con Mario), Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa) y Juan Goytisolo (Señas de identidad).

En estos últimos años del franquismo coexisten los autores de la posguerra (Cela y Delibes) con los representantes del realismo social (Goytisolo y Martín Gaite), junto con los nuevos (Juan Benet).


Víctor Velasco

Profesor de Lengua y Literatura Castellana


Entradas populares de este blog

Análisis sintáctico de oraciones para 1 º de Bachillerato (previo al examen del martes 8).

A. En el acuerdo se asegura también que se mantendrá determinados servicios gratuitos, aunque serán de carácter promocional.   B. Es evidente que la capacidad económica proporciona unos medios para la actividad deportiva pero no ofrece garantías totales de éxito. 1. ¿Hay que vivir solo para ser libre? 2. Cuando se le desataba la lengua por la alegría de las plumas ensopadas, decía frases de otros tiempos que no había podido aprender en la casa. 3. Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones, me acuerdo de un amigo, voy a verle. 4. Y al oír sus gritos, los que entretenían la espera a alguna distancia echaron a correr desalados hacia los postes más próximos. 5. Mire usted si el papel trae los nombres de las gachís, Don Latino. 6. La expansión del Imperio Romano fue un inmenso proceso de mestizaje de culturas y lenguas distintas, del que surgió la rica y contrastada cultura occidental. 7. En corros silenciosos, otros prisioneros se repartían por los rumbos del calabozo, bu...

Oraciones para analizar sintácticamente y clasificar según la tipología. 1 º y 2 º BACH

ANÁLISIS SINTÁCTICO PARA 1º  y 2º de BACHILLERATO CURSO 2010-11 • Modelo / opción A: “Todas las pompas son fúnebres”, decía Ramón Gómez de la Serna con humorismo funerario. • Modelo / opción B: Cada día se soportan picos de ruido que superan con creces el límite tolerable. CURSO 2009-10 • Modelo / opción A: El llamado Pijoaparte saltó sobre la primera motocicleta que vio estacionada. • Modelo / opción B: La expresión oral que se plasmaba en el decir era sustancia primordial de los cuentos. • Junio / opción A: Toma el volante, niño, porque tu papá nos va a estrellar en la cuneta del camino. • Junio / opción B: Se añade que el uniforme acabaría con la comparación entre los alumnos. • Septiembre / opción A: La moda pone cada día nuevas leyes para sacar nuevos tributos. • Septiembre / opción B: Se dice que César recompensó a cada uno de sus hombres con un esclavo. CURSO 2008-09 • Modelo / opción A: Los primeros que salen comprenden con sus huesos qu...

Interpretación crítica de La casa de Bernarda Alba

“Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo” , pronunció el poeta y dramaturgo de la Generación del 27, afeando el chabacano teatro que adormecía a toda una nación. Sin duda, Lorca impulsó una profunda renovación de la escena española.  Consideró el de Fuente Vaqueros que el teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la construcción de un país; de ahí la creación de La Barraca , compañía universitaria que acercó la cultura a un pueblo condenado por la pobreza y la ignorancia. En 1936, antes de ser fusilado, afirmó simbólicamente que su teatro de risa y llanto terminaría siendo un teatro de carne y hueso. La dramaturgia lorquiana gira en torno a un tema que, al igual que en su poesía, es la frustración del individuo, abarcando el mito del deseo imposible, así como el conflicto entre el deseo y la realidad y la violenta rivalidad que se da entre el principio de autoridad y el de la libertad.      ...